Fuerzas terrestres israelíes atacaron este martes a milicianos e infraestructura de Hamas en el norte de la Franja de Gaza, de donde huyeron unos 800.000 palestinos en tres semanas de hostilidades pese a persistentes bombardeos en todo el asediado enclave, informó el Ejército de Israel.   Alentado por el exitoso rescate de un primer rehén, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha rechazado llamados a un alto el fuego y vuelto a prometer la destrucción de Hamas por sus ataques en Israel del 7 de octubre pasado, que incluyeron asesinatos de civiles y el secuestro de más de dos centenares de personas, lo que desató la actual escalada.   Más de la mitad de los 2,4 millones de palestinos de Gaza dejaron sus casas por la violencia, y cientos de miles están refugiados en escuelas administradas por la ONU o en hospitales, junto a miles de heridos.