Frank Rubio trabaja para la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) y fue quien estableció un nuevo récord de la misión espacial continua más larga realizada por un estadounidense. El astronauta regresó a la Tierra el miércoles junto con dos cosmonautas rusos en las estepas de Kazajistán, tras pasar más de un año en la Estación Espacial Internacional (EEI).   La cápsula Soyuz MS-23, en la que viajaban, se separó de la EEI un minuto antes de lo programado y después de aproximadamente tres horas y media, aterrizó en el sureste de la ciudad de Zhezkazgan.   Frank Rubio, hijo de padres salvadoreños, nació en Los Ángeles pero creció en Miami. Además de ser astronauta, es médico de familia y cirujano de vuelo certificado. Antes de unirse a la NASA, Rubio tuvo una destacada carrera militar, siendo oficial de las fuerzas especiales del ejército estadounidense y piloto de helicópteros Blackhawk.   Fue condecorado por su valentía y servicio en misiones de combate en áreas como Bosnia, Afganistán e Irak. Su amplio conjunto de habilidades y experiencia le ha permitido convertirse en un destacado representante de la comunidad hispana y un astronauta altamente respetado en la NASA.